miércoles, 14 de abril de 2010

Autonomía Afectiva


Tener tanto amor dentro hace necesario que haya alguien a quien dárselo.
Es muy fácil rodearse de gente con la que te puedes encontrar a gusto, pero... ¿cuánto tiempo dura eso? (y en Valencia??)
Por eso es mucho más fácil rodearse de cuanta menos gente mejor, con la que poder interconectar de manera más profunda y efectiva.
Ésto lleva a tener una pareja, un/a compañer@, un/a cómplice, un/a confidente... y si es además amante mucho mejor, más íntimo.

Las relaciones interpersonales han de ser y son conflictivas, ¿o hay que ir por ahí diciendo: Propicios días? ¿Qué puede haber más triste que una vida en línea recta perfectamente pulida? ¿Dónde si no puede quedar la "diversión" de pulir defectos, del detallismo, de la confrontación? ¿Quién no se rió con El príncipe de Zamunda?
Es muy bonito intentar cambiar a los demás, ¿acaso Siddharta Gautama se iluminó dentro de una burbuja?
A quien no le gustar estar solo, en silencio, en paz, en ese estado constructivamente egoísta que enaltece la consciencia individual y nos permite dejar de lado la moral y pasar a temas más importantes.

¡Se feliz! Ten tu pareja, tu casa, tus churumbeles, tu vallita blanca, tu chucho sin pulgas y tu tele plana en color y cuando llegue el día recuerda: agáchense y cúbranse. ¡Qué más se puede pedir!

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